PEDAGOGIA IGNACIANA, UN PLANTEAMIENTO PRACTICO
El modo de proceder pedagógico de nuestro colegio jesuita proviene del espíritu ignaciano que lo impulsa.
Buscamos la formación de líderes de servicio, como colegio inspirado en la espiritualidad ignaciana nos esforzamos por crear un clima de excelencia.
El PPI propone dos condiciones como una ´puerta de entrada´ al proceso educativo. Por un lado, la relación de confianza, respeto y servicio entre maestro y alumno, que deben considerarse compañeros de aprendizaje. Y por el otro establecer en la escuela un clima de comprensión de las personas, de fomento de sus potencialidades, de trato justo y equitativo, de sacrificio por los más pobres, de ayuda mutua.
El inicio del proceso de enseñanza /aprendizaje es la Contextualización ya que también está al comienzo de la trayectoria de los Ejercicios Espirituales. Ningún aprendizaje tiene lugar en el vacío, sin relación con las circunstancias, sino se ve siempre afectado por factores positivos o negativos. Por lo tanto, el maestro ejerce un cuidado personal con el alumno, tratando de conocer su escenario de vida, su situación personal y familiar, el contexto socioeconómico, político y cultural en el que se mueve, el ambiente institucional del colegio y el equipaje que el estudiante aporta con pre-saberes y aprendizajes previos.
Una vez hecha la contextualización, el alumno se involucra integralmente (mente, corazón y voluntad) en la Experiencia, en contacto con el objeto de conocimiento (hechos, conceptos y principios) de modo directo, presencial, inmediato, o de forma indirecta, a través de simulaciones, representaciones y material de apoyo. Frente al conocimiento, el alumno experimenta simultáneamente una aproximación de tipo cognitivo y una resonancia afectiva.
Reflexión: el alumno profundiza en las implicaciones de lo que descubrió en el estudio. Se convence sobre hechos, opiniones y verdades. Obtiene mejor comprensión de sí mismo y de los demás. Es tarea del docente incrementar la sensibilidad del alumno, respetando su libertad, resistiendo la tentación de imponerle su opinión. Es deseable promover una reflexión compartida entre alumnos y profesor para respaldar la acción que se pretende llevar a cabo.
Una vez convencido del significado y de las implicaciones de lo que estudia, el alumno se siente impulsado a la Acción y al compromiso en búsqueda permanente del MAGIS.
Nuestro horizonte de trabajo educativo es el “MAGIS”, un concepto recurrente en los escritos de San Ignacio, que significa la mejor respuesta que puede ofrecer a Dios aquel que ha experimentado la predilección de su amor. El concepto “MAGIS” no significa comparación o competencia, sino el desarrollo más completo posible de todas las potencialidades de la persona y de la institución, mediante el uso de los medios más apropiados, de acuerdo con las circunstancias.
La búsqueda del MAGIS, de la excelencia, justifica la Evaluación periódica del alumno, no solo en el dominio de las ÁREAS, sino en su plena madurez, sus prioridades, actitudes y servicio a los demás. La evaluación se realiza a través de métodos apropiados y se ve facilitada por la relación de confianza y respeto entre el maestro y el alumno.